¿Elegimos mal al padre de nuestrxs hijxs?
Créditos fotoEscribe: Alexandra Galarza
Cuando elegí maternar no sabía que lo haría estando sola.
Tampoco sabía que, al mes de nacido mi hijo, me daría el primer golpe. Ni que se la pasaría bebiendo cada fin de semana, desde que nos mudamos juntos. Y mucho menos supe que, al separarnos, nos abandonaría económicamente. “Elegiste mal al padre” me dijeron más de una vez, y, durante muchos años, creí que así era, que era mi responsabilidad y que la elección de pareja y padre de mi hijo recaía únicamente en mí.
Pero ¿realmente somos responsables por la actitud, decisiones y acciones de otras personas?
Las mujeres en su diversidad, independientemente de si hemos decidido o no maternar, tenemos una responsabilidad invisible que se nos ha inculcado socialmente a través de los años: el cuidado.
Dicho de otra manera, las mujeres (en su mayoría) asumimos el cuidado, tanto el del hogar con las obligaciones domésticas como el de otras personas (niñxs, familiares mayores y/o con discapacidad o enfermedad, etc.). Con ello, asumimos no solo el cuidado, sino además las responsabilidades que este cuidado conlleva. Y si bien esta responsabilidad no exime a los demás de las propias, hay un claro foco en nosotras/es.
Con la responsabilidad del cuidado, llega la culpa, esa que se nos impone cuando algo no sale bien, cuando nuestra cría sufre un accidente o cuando debemos dejarles al cuidado de terceras personas. No es curioso que nadie pregunte: “¿Dónde estaba el padre?”
No somos responsables por la ausencia del padre, ni tampoco si se vuelve violento o si abandona emocional y/o económicamente a sus hijxs.
Y aunque la sociedad no ponga el foco de atención en ellos (salvo cuando hacen algo mínimamente “bien”, como aquella noticia del padre que vendió su playstation para comprar pañales), podemos dejar atrás la culpa de la “mala” elección. No elegimos mal al padre: ellos eligen qué tipo de padres quieren ser.
El programa de voluntariado es posible gracias al apoyo de Cuso Internacional y al Gobierno de Canadá