¿Lo hetero es lo “normal”?
Créditos fotoEscrito por Giselle MV
Toda nuestra vida, o al menos en una gran parte de esta, se nos ha enseñado que a las niñas les gustan los niños y viceversa, que no existe nada más y si existe es malo, es pecado, es algo incorrecto. Y durante el mes del orgullo LGTBIQAN+ se hace muy importante hablar de cómo se nos impone lo heterosexual como “lo normal”, a lo que también se le llama la “cis - heteronorma”.
Vamos a hablar de cada concepto por separado para que se entienda mejor la idea y luego hablaremos de cómo nos afecta en la vida diaria, seamos parte de la disidencia sexual o no, valga decirlo.
Lo Cisgénero como norma
Desde que somos infantes nos dicen que si tienes vulva eres niña, debes usar rosa, de grande serás mamá y esposa por tu “instinto maternal”, que debes saber cocinar, etc. Mientras que cuando tienes pene eres hombre y eres fuerte, debes dominar, eres un conquistador, etc. Esto es lo “natural”, no existe otra cosa y si piensas diferente estás “enfermx” o es pecado.
Pero qué pasa cuando eso no cuadra con nuestros sentires o identidades, pues estamos hablando de personas transgénero, sea que desees hacer la transcición de sexo - género como que no; también quienes no se identifican con ninguna etiqueta y en general cualquier persona que no se siente identificadx con la idea de “mujer = vulva” u “hombre = pene”.
¿Y la heteronorma?
Ahora, así como se nos enseña que si tienes pene eres niño, también se nos dice que solo pueden y deben gustarte las personas con vulva, o sea las niñas; no hay otras opciones, no puedes siquiera sospechar que te guste una chica si tú eres una chica, porque eso genera bullying, rechazo y violencia. Por eso se habla de la heterosexualidad como una norma, se presenta como una regla irrompible, algo que “no se puede cambiar”.
Pero qué pasa con quienes no encajamos en esas normas, pues entramos dentro de la disidencia sexual, de la cultura queer, la comunidad LGTBIQAN+ o como queramos llamarlo y lo vivamos; etiquetarnos o no no es lo más importante, pero sí darnos el espacio de pensarlo y sentirlo con libertad.
Es un gran camino el que recorremos para poder reconocernos fuera de la heteronorma, porque lamentablemente en nuestra sociedad el no ser “hetero” implica vivir muchas formas de violencia (sumadas a los otros tipos de violencia que ya vivimos como mujeres, personas racializadas, personas con discapacidad, etc) y no siempre es fácil hacerlo. Cada persona tiene su tiempo y nunca es tarde para abandonar la falsa heterosexualidad que adoptamos para encajar y celebrar nuestra disidencia con orgullo.
El programa de voluntariado es posible gracias al apoyo de Cuso Internacional y al Gobierno de Canadá